“Sufetula anania”, larva de raíz afecta cultivos piñeros

Aproximadamente en el año 2017 se reporta una nueva plaga que afecta el sistema radical del cultivo de piña en las diferentes zonas productoras del país. Se trata de un lepidoptero, Crambidae llamado Sufetula anania cuyo estadio larval se alimenta del sistema radical ocasionando severos problemas fitosanitarios en las plantaciones y disminución en el rendimiento por hectárea.

Su ciclo de vida es de 57 días con cuatro estadios: huevo, larva, pupa y adulto. Su fase larval (L1 a L4) es la de mayor duración teniendo un promedio de 23 días.  La hembra puede ovipositar hasta 120 huevos por puesta en residuos de hojas en descomposición o restos de frutas frescas. El adulto permanece en el día en la sombra debajo de las hojas del cultivo y realiza vuelos cortos y bajeros. Es más activo en horas nocturnas lo cual es importante para poder hacer monitoreos efectivos.

El daño inicial consiste en perforaciones de los extremos de las raíces seguidos por una barrenación progresiva de las raíces y el tallo. En plantación el daño se manifiesta como amarillamientos en parches y muy poco sistema radical con raíces perforadas y barrenadas. Las larvas pueden estar ausentes ya que cuando las plantas evidencian los síntomas antes descritos es probable que la larva que los ocasionó ya haya buscado un nuevo hospedero para alimentarse. Las excretas son de color crema cuando están frescas y color marrón de alimentaciones antiguas y su presencia tiende a ser un signo importante para verificar la afectación por esta plaga.

El impacto mayor se da en siembras de primera en las épocas secas. En épocas lluviosas disminuye su incidencia y severidad, pero por las características de una aparición de síntomas desfazada, se recomienda mantener un control preventivo aún en esas condiciones. El impacto directo e indirecto en la raíz ocasiona un retraso en el desarrollo normal de las plantaciones y facilita la entrada de enfermedades fúngo-bacteriales al cultivo. Esto implica un aumento en los costos de producción, un retraso en la tasa de desarrollo del cultivo, una disminución de unidades productivas y una merma en la productividad en primera y segunda cosecha.

Su control implica una integración de estrategias preventivas y correctivas. Se recomienda combinar el uso de trampas negras con feromonas para captura de adultos, monitoreo constante de las plantaciones, capacitación en identificación temprana a personal de muestreo de campo, aplicación de insecticidas de contacto y sistémicos para control de huevo, larva y adulto. 

Una limitante actual es que no existen productos registrados en el país para su combate como plaga en el cultivo de piña y por las características de la plaga, hacer evaluaciones de eficacia biológica resulta un reto metodológico enorme. El único producto con eficacia biológica respaldada es el Mocap 72 (Cruz y Obando, 2020).  

Fuente: 

Ing. Oscar Cortes Montero
Investigador en Protección de Cultivos / LIFE-RID
Correo: ocortes@life-rid.com


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