
Alianzas estratégicas han sido clave
Costa Rica es mundialmente reconocido por el resguardo de sus recursos naturales y grandes proyectos que se encuentran en la esencia y en cada rincón del país. Desde la protección de bosques, fuentes de agua y mares, hasta maneras modernas de disminuir la huella humana con las actividades cotidianas de producción y desarrollo.
La producción piñera en Costa Rica es también mundialmente conocida, pues se ubica como el primer productor de esta fruta a nivel mundial. Es en esa línea de desarrollo que el sector piñero está al lado de toda la cadena de valor de producción junto a actores como el sector académico e institucional con los que se lideran grandes proyectos de alto impacto a favor del ambiente y la biodiversidad.
El sector piñero ha encontrado aliados estratégicos con el sector académico nacional para desarrollar proyectos orientados a mitigar los impactos; como investigaciones para disminuir el uso de insumos agro-fertilizantes generando ahorros en dinero y disminuir los impactos. Asimismo, trabajar de la mano de instituciones como el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) y la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER), para enlazar esfuerzos no solo de colocar fruta tica en mercados a nivel mundial; sino además, capacitar a los productores de piña para la adaptación de producción a las normas ambientales y políticas de protección de mercados como Estados Unidos y Europa.
Según Jorge Cabrera Medaglia, profesor de derecho ambiental de la Universidad de Costa Rica y consultor internacional en derecho ambiental; los mercados internacionales son cada vez más competitivos y los consumidores más investigativos sobre lo que consumen. “Ante la llamada de atención proveniente de la mejor ciencia, el comercio y la inversión internacionales se convierten en aliados imprescindibles para hacer frente a los desafíos del cambio climático y de la pérdida de la biodiversidad y para mejorar las condiciones ambientales y sociales en que se desarrolla la producción y el consumo de bienes y servicios. De esta manera, la incorporación de la variable ambiental en los intercambios comerciales entre países y en las políticas de atracción de las inversiones se han convertido cada vez más en una condición obligatoria para estas actividades”, expresa Cabrera.
Recientemente la Unión Europea presentó formalmente su borrador mecanismo de ajustes en frontera para aquellos bienes que posean una alta huella de carbono debido a las políticas domésticas menos rigurosas para su producción existentes en las naciones de origen. Canadá ha anunciado que analiza iniciativas similares a las de la Unión Europea. “Surgen para Costa Rica oportunidades para promover un desarrollo económico y social basado en la llamada “bioeconomía” que nos permita competir en los mercados internacionales mediante usos innovadores e inteligentes de nuestros recursos biológicos”, detalló Jorge Cabrera.
Empresas con proyectos de resguardo y modernidad
Son muchas las empresas piñeras que se esfuerzan día a día para lograr el resguardo ambiental e implementación de políticas sostenibles acorde a las políticas nacionales e internacionales. Aliados estratégicos de trascendencia nacional o internacional se han convertido en actores clave, ejemplo de eso es la Agencia de cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) que ha ayudado a que se gesten grandes proyectos de protección como el programa “Del Campo al Plato”, que permitió a la compañía Fresh Del Monte, la implementación de 50 acciones ambientales para que sus acciones no impacten la flora y fauna de Costa Rica.
Fresh del Monte cuenta con un vivero forestal desde hace más de 20 años para sumar a la causa de la recuperación de los bosques del país. En el 2021 se realizó una alianza con la Fundación Sembrando Agua que les permitió donar 15.000 árboles, llegando a un millón y medio de donaciones totales en la Zona Sur de Costa Rica. Además, cada año, organizan programas de plantación de árboles en muchas de las comunidades cercanas a sus plantaciones para educar a la comunidad sobre la importancia del mundo natural, cómo cuidarlo y trabajar juntos para plantar árboles nativos de la región.
Mientras tanto, en la Zona Norte de Costa Rica, Upala Agrícola, uno de los mayores productores de piña también ha encontrado en ese mismo programa de la Agencia de Cooperación Alemana la ayuda para hacer crecer los proyectos ambientales ya que cuenta actualmente con un vivero de producción de árboles forestales y frutales (creado en el 2010) bajo condiciones técnicas y operacionales que garantizan la calidad y manejo silvícola. Como parte de su plan de acción para la gestión de la biodiversidad, se producen más de 35 mil árboles anuales. Los mismos son donados a acueductos rurales y municipales, finqueros, centros educativos, asociaciones de desarrollo, ASADAS, así como un porcentaje considerable es destinado para hacer crecer las áreas boscosas dentro de nuestras fincas, las cuales suman ya más de 800 hectáreas protegidas.
En los últimos 3 años ha obtenido el apoyo de GIZ (Agencia de Cooperación Alemana), con el propósito de apoyar los procesos de rehabilitación y restauración ambiental de la zona norte del país, pero muy en especial para la recuperación de la conectividad biológica propuesta por el Corredor Biológico Ruta Los Malécu.
En Pital de San Carlos, la empresa Fertinyc fue galardonada con la bandera Azul Ecológica en la categoría agropecuaria con 4 de 5 estrellas, por su organización y desarrollo en concordancia con la protección de los recursos naturales, la búsqueda de mejores condiciones higiénico-sanitarias y la mejoría de la salud pública. “Nos incentiva y motiva a continuar realizando acciones para conservar el medio ambiente siendo más eficientes con nuestros recursos”, declaró Suhey Salas, departamento de Recursos Humanos.
Fertinyc, emplea a más de cien personas y enfatiza que el compromiso apenas inicia, este el primer año de muchos años más que van tras el objetivo de bandera azul para demostrar que son una empresa comprometida que trabaja en armonía con el medio ambiente.
Grupo VISA S.A, ubicada en Pital de San Carlos y con 32 años de trayectoria, es otra de las empresas productoras que se esfuerzan con programas para la protección ambiental. Revista Piña de Costa Rica conversó con César Hernández, gestor ambiental de VISA, donde comentó que los esfuerzos son amplios y variados, que van desde el tratamiento de aguas con sistemas aprobados por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ambiente y Energía.
“Implementamos políticas seguras que promuevan el manejo seguro de agroquímicos y la búsqueda de nuevas alternativas que causen un menor impacto en el medio ambiente y en protección a la salud de los colaboradores. También promueve la mejora continua con todos los procesos para prevenir y controlar toda acción contaminante”, detalló Hernández.
Grupo VISA, aproximadamente cuenta con 900 colaboradores y resguarda en bosque bajo protección unas 800 hectáreas distribuidas en los cantones de Los Chiles, Río Cuarto y San Carlos.
El sector piñero en Costa Rica, demuestra una y otra vez que el resguardo del ambiente es de suma importancia y que además la adaptación a las políticas de comercio y mercados internacionales con medidas ambientales innovadoras, de resguardo y de impacto son esenciales para que la actividad de producción de piña sea a largo plazo; con un claro posicionamiento de líderes mundiales.