
En las localidades de Pital de San Carlos y Pavón de Los Chiles las fincas piñeras están generando más de 1.000 empleos en medio de la pandemia, esta situación representa un respiro para grandes cantidades de trabajadores que han perdido su empleo a raíz del Covid-19.
La producción de piña en Costa Rica desempeña un rol clave no sólo como fuente de empleo directo para 32,000 costarricenses e indirecto para otros 120,000 sino en su influencia en la liquidez de las cuentas nacionales, valor agregado, posicionamiento de marca, prestaciones sociales y beneficios para otras industrias del país.
Se calcula que los empleos indirectos generados por el sector ascienden a 130 mil personas.
El sector piñero de Costa Rica genera empleo y salarios más competitivos en los cantones menos favorecidos social y económicamente. Las remuneraciones promedio (incluyen sueldos, salarios y cargas sociales) para los empleados agrícolas del sector piñero son la segunda más alta del país. Según los datos oficiales de los productores de piña, este sector pagó ¢268, 494 por mes a sus colaboradores menos calificados.

En medio de la crisis que se vive en el país el sector piñero sigue generando demanda en sectores como comercio, mantenimiento, reparación de vehículos, actividades de telecomunicaciones y alquileres.
La producción de piña en Costa Rica tiene un efecto del 2 % en los impuestos y 5 % en las contribuciones sociales, por lo tanto una reducción en el área influiría directamente en las finanzas nacionales.
Los principales destinos de los productos de la piña son: Estados Unidos y países de la Unión Europea .
Debido a que la producción de piña ha logrado disminuir la pobreza y el desempleo en las regiones donde se cultiva, y su crecimiento ha generado en Costa Rica, un desarrollo económico y social, principalmente en las zonas rurales, debido a la contribución que realiza como parte de la Responsabilidad Social Corporativa.