
- Alternativas a la fertilización convencional y perspectivas para la presente década en producción.
Las preferencias de los consumidores se orientan cada vez más hacia productos agroalimentarios de alta calidad, principalmente frutas y vegetales. Más allá de su aspecto visual, los consumidores esperan lo mejor en términos de sus características organolépticas, sanitarias y nutricionales. Los consumidores se identifican con productos provenientes de sistemas agrícolas diferenciados que mantengan una producción sostenible con impacto social y ambiental (Moser et al., 2011).
Históricamente las frutas y vegetales han permanecido en el punto de mira de las entidades reguladoras debido a que generalmente el manejo agrícola convencional involucra altos niveles de insumos químicos (fertilizantes, pesticidas, reguladores del crecimiento) (Gentil et al., 2019). Nuestro monocultivo demanda volúmenes significativos como por ejemplo la fertilización con Nitrógeno y Potasio, manejo de arvenses, protección de cultivo e inducción de la floración.
Las fertilizaciones potásicas y nitrogenadas son determinantes en el rendimiento y calidad del fruto de la piña. El nitrógeno es esencial para mantener altas tasas de crecimiento de biomasa, lo que permite producir altos rendimientos en un menor ciclo de cultivo. El potasio juega un papel importante en la calidad de la fruta y la piña requiere una alta demanda de potasio. Además, la relación K / N también es esencial tanto para el rendimiento como para la acumulación de calidad organoléptica. Las fluctuaciones de Nitrógeno tienden a promover el aumento de incidencia de plagas y enfermedades. Aseverado por una alta humedad relativa (Spironello et al., 2004; Darnauderi et al., 2016).
Según estudios recientes de BioAgro, han surgido soluciones alternativas con la capacidad de aportar Calcio (CaTs®), Magnesio (MagThio®) y Potasio (KTS®) libre de Nitratos, Sulfatos y Cloruros (libre de sales). Esto da como resultado que la capacidad de respuesta permite utilizar el producto de forma complementaria y sustitutiva. Ofreciendo además otros beneficios como una mejor calidad de mezcla y alta compatibilidad. Garantizando una mayor absorción de este y los demás productos acompañantes. Por otra parte, debe existir un mayor y mejor aprovechamiento el Nitrógeno y así reducir su impacto en la huella de carbono, reduciendo así las emisiones de manera significativa, optimizando la eficiencia de “N” (Nitrógeno) es clave para mantener e incluso aumentar la productividad y la rentabilidad (Brentrub, 2009). El uso de Nitrógeno líquido de liberación lenta es una excelente acción de mejora en el sistema productivo-nutricional. Nuestras referencias en el mercado son el N-Sure® y el Nitro K. Además, una buena estructura del suelo aumenta la eficiencia del uso de N y reduce sus pérdidas. Las aplicaciones de ácidos húmicos activados con leonardita Naturcomplet® – G aumenta la fertilidad del suelo y mejora el aprovechamiento de los fertilizantes.
Se prevé que la producción mundial de piña crezca un 1,9 por ciento anual, hasta alcanzar los 31 millones de toneladas en 2028. Costa Rica se convirtió en el mayor productor mundial de piña durante la última década con una tasa de crecimiento promedio anual de casi el 5%. Durante la década del 2020-2030, se espera que el crecimiento se desacelere a una tasa más sostenible del 1,8 por ciento anual, con una producción que aumente a 3,5 millones de toneladas en 2028, alrededor del 11 por ciento del suministro mundial (FAO. 2020).
Como sector piña, suplimos a los mercados más exigentes del mundo y en la presente década el Asia y Oriente Medio son parte de nuestros objetivos comerciales. Los estándares de calidad e inocuidad se podrán continuar mejorando únicamente bajo una optimización de nuestras prácticas agrícolas y adaptación de tecnologías sostenibles que sean eficaces y rentables para el productor.
Fuente: Ing. Rubén Ortiz.
Correo: rortiz@bioagrointernacional.com
Tel: (+506) 2261-5331
