Dentro del plan integral de manejo de un cultivo, el control nutricional es de gran importancia para lograr los rendimientos deseados. En el cultivo de piña, la nutrición se trabaja de forma granulada, principalmente aplicado a la axila; y de forma foliar con productos líquidos o hidrosolubles. Ambos métodos son necesarios para cumplir con las exigencias nutricionales. La cantidad de nutrientes aplicados, así como su fuente y forma de aplicación ayudarán a tener un cultivo exitoso.
A continuación, una propuesta de manejo nutricional, que se debe complementar con el control de plagas, enfermedades y malezas, para mejores resultados.
Cuadro 1. Aporte nutricional del programa de fertilización anual edáfico y con hidrosolubles de FERTICA, S.A.

Cuadro 2. Aporte nutricional del programa de fertilización foliar con la línea OMEX de FERTICA, S.A.

En este artículo se da una propuesta de manejo nutricional para lograr ciertas cantidades de nutrientes. Sin embargo, es importante conocer las características físicas y químicas del suelo y además, llevar un control en la cantidad de nutrientes aportados anteriormente, para tener una mayor precisión en la recomendación correspondiente.
Una herramienta de utilidad para hacer monitoreo de nutrición, es la toma de muestras foliares para ser analizadas en laboratorio. En agronomía existe el término “hambre oculta”, es decir, que las plantas pueden estar deficientes de algún nutriente sin mostrar síntomas, y aunque no sean visibles, tendrá un efecto negativo en el rendimiento; cuando los síntomas son visibles, es cuando se da la mayor afectación, por tanto se debe evitar llegar a esa fase. Luego, los resultados del análisis foliar se comparan con una tabla de niveles de nutrición foliar deseados.
Los cuadros anteriores muestran los productos recomendados, dosis y momentos de aplicación. Cuando se utiliza un producto con aporte nutricional, es útil crear estos cuadros para dar seguimiento al aporte de nutrientes, compararlo con la necesidad del cultivo y decidir si hay que reforzar algún nutriente o disminuir su aplicación en otros ciclos de fertilización. Los mayores aportes provienen de las fórmulas granuladas y los hidrosolubles, en el cuadro 1 se muestran los aportes de cada nutriente en kilogramos por hectárea, mientras que los aportes con productos líquidos foliares (cuadro 2), se presentan en gramos por hectárea de cada nutriente, sin embargo, no se recomienda omitir la aplicación de los fertilizantes foliares, ya que ellos aportan nutrientes importantes para el metabolismo del cultivo, los cuales muchas veces no están incluidos en los granulados e hidrosolubles.
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Herbert Alfaro: Correo: halfaro@fertica.com Teléfono: 6005 7150
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