Laura Gómez y Werner Lotz, son un matrimonio que juntos hacen equipo en la producción de piña orgánica de manera pionera, convirtiendo su finca ubicada en Sarapiquí, provincia de Heredia de Costa Rica en un ejemplo mundial de buenas prácticas agrícolas, buen manejo entre la producción, el ambiente y la vida silvestre.
Para ambos, estos objetivos garantizan la salud de sus colaboradores, así como la propia, además que se alinea a los objetivos de conservación ambiental y lo que los consumidores a nivel global solicitan como los productos sanos y orgánicos.
Revista Piña de Costa Rica visitó Finca La India en Sarapiquí para conversar con Laura, quien tuvo el gentiliza de recibirnos y explicarnos parte de sus experiencias. “Cuando iniciamos todo era muy complicado y todo muy técnico, por lo que parecía mejor producir piña de forma convencional, pero le apostamos a la producción orgánica. Con ayuda de la Universidad de Costa Rica producidos una gran parte de nuestros abonos como lombricompost, fue un proceso de aprendizaje día a día y fue largo, y todavía no hemos dejado de aprender porque todavía en la producción orgánica todos los días uno aprende pues el proceso lleva mucho cuido en el piñal o sea hay que prevenir todo, como buen abono, alistar la tierra y ya cuando llegue la mata pues que esta aproveche todos esos beneficios, así como cuidar los riegos y bueno es super interesante, como tener un laboratorio en finca”, expresa con mucha pasión Laura Gómez.
Para ambos, este camino en la producción de piña orgánica ha sido de 11 años, iniciando con la certificado eco-logica, luego pasando con Agronorte, y actualmente están con la cooperativa de productores agropecuarios de la zona norte (COOPEPROAGRO R.L). Todas esas etapas expresan fueron algo complicadas, pero de mucho aprendizaje ya que siempre han creído en la salud y en la amistad con el ambiente, creyendo desde un principio en que se podían lograr metas, demostrando que en Costa Rica se puede producir piña orgánica de forma responsable.
“Lo más interesante de esto, y lo hace mas bonito es que la nueva generación como nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, se están guiando ahora por todo lo que es natural o sea gente preocupada por el medio ambiente, por el cambio climático, por las comidas saludables y ya estamos modernizando o tratando de modernizar el país. Esta finca es un pequeño empujón, pero estamos dando los primeros pasos para este nuevo cambio”, declaró Werner Lotz.
Invitan a más productores a dar el paso a lo orgánico
Al ser consultados sobre consejos que le darían a otros productores o personas interesadas en la producción orgánica, mencionan que lo primero es quitarse el miedo. Enfatizan que la producción es posible y que ellos son ejemplo de que las cosas de pueden hacer logrando siembra de 16 hectáreas con el objetivo de poder crecer ya que el cultivo es rentable, y su forma de trabajo logra una mayor producción dando mayor rentabilidad, además de tener la oportunidad de crear sus propios insumos y balancear totalmente la inversión para lograr mas rentabilidad.
“Nosotros tenemos nidos de aves, tenemos arañas, tenemos ranas, tenemos de todo en el piñal. Ahí hay vida, además de la fruta hay vida. Claro también piña de calidad y muy rica, pues el bricks de la piña que es el grado de azúcar llega a 19.5 y eso ejemplo en piñas convencionales es muy difícil y acá lo logramos con producción orgánica”, dijo Laura Gómez.
Finca La India, tiene un total de 80 hectáreas, donde conviven la producción de piña orgánica, ganado y 26 hectáreas de reforestación.