¡La nueva revolución verde!

Para las décadas de los años 1960 a 1980 inicia una estrategia en agricultura para aumentar la producción agrícola a nivel mundial, la aparición de nuevas moléculas químicas, selectivas, cruces genéticos y aplicaciones de grandes cantidades de fertilizantes químicos al suelo, ayudaron a cambiar el rumbo de la productividad de los cultivos a nivel mundial, garantizando poder abastecer de alimento, a una población que venía en aumento exponencial. Sin embargo, esto trajo consigo una alta contaminación y acumulación de residuos químicos y sintéticos en el suelo, dañando así la microflora y microfauna presente en el suelo, también afectando los beneficios y la riqueza presente en dicha estructura. 

Nace aquí la necesidad de volver a los inicios del suelo, cuando era fértil y rico de microorganismos benéficos que garantizan el bienestar y la productividad en los cultivos, ya con más de 10 años de su aparición, los Inductores de resistencia han tomado un espacio y un papel fundamental en la producción de muchos cultivos, siendo estos productos de origen vegetal, biológicos o botánicos que, aplicados a las plantas, estas puedan expresar sus propios mecanismos de defensa tanto físicos o químicos (fitoalexinas). Siendo una herramienta que permite que crezcan de una manera más sana, rápida y de una forma natural, equilibrada y segura, que les garantice contrarrestar cualquier adversidad en su ciclo de vida. 

Como todo, es importante un equilibrio entre una planta sana y su necesidad de comer. Por lo que es muy frecuente que cuando más sana la planta, la necesidad de alimentarse será aún mucho mayor, por lo que es muy importante el acompañamiento de una buena estrategia de fertilización, para así garantizar una alta productividad.

En Agrocosta llevamos muchos años en la búsqueda de alternativas orgánicas y de productos que garanticen no solo una alta productividad, sino también una disminución en la caga química en los cultivos, como bien sabemos cada vez que ponemos un producto sintético o químico, la planta tiene que gastar energía en el desdoblamiento de este y en la síntesis como tal, para que este pueda efectuar su función, ya sea fungicida, bactericida o insecticida. Causando un paro en el crecimiento fenológico y genético de la planta. No así cuando aplicamos Inductores de resistencia, ya que la planta asimila de una forma más natural, eficiente y equilibrada productos de su misma línea genética. Es muy importante mencionar que los Inductores de resistencia no son curativos, son sustancias que deben estar siendo aplicados desde etapas muy tempranas para que cuando la presión del agente patogénico se exprese, esta pueda contar con los mecanismos necesarios para sobrellevar y hacerle frente. 

El cultivo de la piña (Ananas comosus) es atacado por diferentes plagas que afectan su productividad, calidad y los costos de producción, para esto productos como Alga 600, Kon-Forte, ComCat, Silver Plus, contienen un derivado de sustancias, extractos de algas y plantas que garantizan la máxima expresión genética de gran variedad proporcionando las herramientas específicas para enfrentar cualquier adversidad, tanto bióticas como abióticas, de índole nutricional y química. Pero también mejorando el sistema radicular, fotosíntesis, aumentando su vigorosidad, calidad y fomentando el crecimiento de microorganismos presentes en el suelo como Trichodermas spp, Bacillus spp, Streptomyces griseoviridis, Pythium oligandrum que son agentes capaces de controlar gran variedad de agentes fitopatógenos tales como Alternaria, Pythium, Rhizoctonia, Phytophthora, Phoma, Verticilium, Sclerotinia, Rosellinia, Cercospora, Perenosphora, Hemileia, Sclerotium, Mysena citricolor, Ceratocysty, Fusarium oxisporus, Plasmodiophora brassicae, Leptosphaeria maculans, Mycosphaerella fragariae, Botritis cinnerea, Colletotrichum, Gaeumannomyces graminis, etc.

Como resultado tenemos que con aplicaciones de los Inductores de resistencia podemos ofrecer alternativas de manejo hacia una gran variedad de patógenos desde un punto de vista preventivo y seguro a lo largo del ciclo, teniendo como resultado el aumento sustancial de rendimientos por hectárea, calidad de cosechas, disminución o casi nula la resistencia de los patógenos, aumento de microorganismos, beneficios y una mejor comunicación intraespecífica entre ellos y la planta. Generando una menor carga química en las aplicaciones y un menor uso de agroquímicos en el cultivo, generando así una mejor calidad de vida a los trabajadores y los consumidores. 

Agrocosta, de esta forma, ha destinado recursos especializados para el área de investigación, optimizando el potencial y efectividad de cada insumo agrícola procesado, garantizando al productor la confiabilidad y el rendimiento previsto. 

Ing. Luis Diego Solano Brenes. 

Más información con: Heiner Angulo – ventas.pina@agrocosta.net. Tel: 8924-7142.

Más reciente