Por: Lic. Abel Chaves Trigueros
Si analizamos el comportamiento de las exportaciones de piña desde el año 2018, las mismas llegaron a los $1.008 millones (2.3 millones de toneladas), comparadas con las del 2019, cuyo monto fue de $957.3 millones (2.2 millones de toneladas). Con estos números, cerramos el 2019 con un descenso en las exportaciones de piña del 5%.
Este decrecimiento en las exportaciones del 2018 versus el 2019, entre otros factores obedeció hizo que algunos productores pequeños y medianos, cerraron sus operaciones, mientras otros optaron por reducir áreas de siembra, o no continuar arrendando tierras para mantener las siembras de la piña y en otros casos, optaron por retirarse a raíz de la caída de precios. También la producción se vio afectada por problemas climáticos, primero con altas precipitaciones en el segundo semestre del 2018 y luego enfrentar las inclemencias del largo verano (efectos del Niño) del 2019.
Todos estos factores impactaron los flujos de caja de los productores, desmejorando programas nutricionales nutricionales, el de control de plagas y el de malezas, lo cual la floración natural aunque fue año cuyos efectos se consideran moderados si los comparamos con años anteriores.
Con este panorama, esperábamos una leve recuperación en el 2020, ya que teníamos estimaciones de $964 millones en exportaciones (2,2 toneladas – 187 millones de cajas), sin embargo, en nuestros planes no estaba ni la llegada del COVID-19 convirtiéndose luego en una de las pandemias más agresivas que ha experimentado la humanidad en muchos años. Las economías de principales mercados para la piña costarricense de Estados Unidos y Europa, sufrieron duramente los efectos del COVID-19. Miles de vidas se han perdido, los países tratan de reactivar sus economías y generar fuentes de empleo, las fronteras aéreas y marítimas no escaparon a los cierres temporales, y como consecuencia y a pesar del esfuerzo que han hecho nuestros productores de piña en Costa Rica, para mantener sus producciones y exportaciones, el resultado del 2020 aunque pudo ser de cifras negativas más altas, y si a este efecto de la pandemia, le sumamos lo que el Sector dejó de exportar por los problemas generados por las protestas y bloqueos de carreteras, más el de rutas aledañas a los puertos de Caldera y Moín, los cuales se generaron a partir del mes de setiembre/20, con graves daños para la economía del país por la paralización de operaciones en puertos y aeropuertos, frenando la llegada de importaciones, el transporte de productos y materias primas. Estos bloqueos además del caos vial en diferentes regiones, paralizaron las exportaciones de bienes y servicios, empresarios debieron asumir cuantiosas pérdidas, por su parte, muchos ciudadanos tuvieron que afrontar la pérdida de empleos por el cierres temporales de las empresas. A pesar de toda esta problemática, en los últimos meses de este año pandémico, las exportaciones de piña lograron mantener las cifras de exportación, logrando con ello cerrar con $900 millones en exportaciones (2.0 millones de toneladas -174 millones de cajas), lo que implica una disminución respecto al 2020 del 6%.
A pesar de todo lo expuesto, podemos decir que los indicadores del Sector Piñero siguen siendo positivos, ya que se siguen generando 28 mil empleos directos, 105 mil indirectos. Contribuye con el PIB del país con un 1,53% y con el 31% del PIB agrícola. Nuestras expectativas para este 2021 son las siguientes: divisas de exportación $838 millones, 162 millones de cajas, 1.8 millones de toneladas y una contribución estimada para el PIB del 1.36%.