Experiencia de la aplicación axilar de fertilizantes granulado

La fertilización en el cultivo de piña representa una de las labores de manejo de primera importancia para obtener buena producción y frutos de calidad. Esta práctica se basa en la nutrición especifica del cultivo, es decir, en la obtención de niveles óptimos de distintos nutrientes en la planta (Bello, 1991).

Las formas de fertilización sólidas pueden ser aplicadas al suelo, entre las plantas o en las axilas de las hojas basales. Núñez y García (1978), compararon la aplicación de fertilizantes en bandas, axilas y foliar y no encontraron diferencias significativas entre los métodos usados. Pero, en observaciones de campo constataron que las aplicaciones en las axilas de las hojas basales dieron mejores resultados que las aplicaciones en bandas, en las que se produce daños mecánicos en las raíces.

Fertica por ser una empresa comprometida con el aporte de nutrición de calidad al sector agrícola y en búsqueda de las mejores prácticas para maximizar el éxito de las fertilizaciones en campo, recomienda la fertilización axilar con Ferticomplex, obteniendo excelentes resultados, siendo un fertilizante con características deseables para el cultivo, libre de cloruros y con un bajo índice de acidificación del suelo. 

La experiencia en campo consiste en la aplicación axilar de 6 gramos de Ferticomplex por planta. El momento de aplicación sugerido en primeras cosechas es a la cuarta semana después de siembra o 4 semanas después de cosecha en el caso de segundas y terceras cosechas.

Los principales atributos del producto observados por los productores con la aplicación axilar son los siguientes: Coloración más verde con respecto a plantación sin producto, mayor ancho de la hoja, lo cual mejora la captación de luz y nutrientes, no provoca quema de la planta en ninguna época del año, algo muy positivo para la sanidad del cultivo y evitar ataque de enfermedades, homogeneidad de la plantación en segunda y tercera cosecha, hojas más turgentes (fuertes y resistentes), mayor producción de hijos basales en el momento que se necesita su producción (no genera hijos basales no deseados por la etapa fisiológica del cultivo, que si lo hiciera provoca daños a la producción), mayor cantidad de fruta exportable, lo que se traduce en mayores ingresos e incrementa la producción, por lo que el costo/beneficio es positivo.

La planta de piña está en capacidad de absorber cantidades grandes de nutrimentos del suelo o de las aplicaciones que se hagan a las hojas y/o en las axilas de las mismas. La presencia de tricomas en la base de las hojas presenta un papel importante en la absorción de agua o de las soluciones nutritivas. Las hojas absorben el N, K, Fe, Zn y B siendo rápidamente traslocados dentro de la planta (Hepton, 2003).

La fertilización axilar recomendada normalmente se realiza como un complemento a la fertilización foliar, no la sustituye. En próximas ediciones estaremos ampliando información de datos en campo.

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