La piña pertenece a la familia de las Bromeliáceas, la cual se caracteriza por tener una buena absorción de nutrientes en el follaje de la planta, lo que favorece hacer fertilizaciones vía foliar. Tiene requerimientos nutricionales específicos. La carencia o exceso de algunos elementos pueden afectar la apariencia, vitalidad y calidad de la planta y, en consecuencia, de la fruta, obteniéndose bajo rendimiento de cajas por hectárea.
El calcio es un nutriente secundario, pero las plantas lo requieren para crecer, una vez absorbido, este no es móvil en la planta. El calcio es un constituyente importante de las paredes celulares y solo puede ser suministrado por la savia del xilema; así, si en la planta se agota el abastecimiento de calcio, la planta no podría translocar de los tejidos más viejos a los tejidos más nuevos. Si por cualquier motivo se reduce la transpiración, el suministro de calcio a los tejidos que están creciendo rápidamente llegaría a ser inadecuado.
Plantas con deficiencias de calcio presentan hojas gruesas, moteadas y necrosadas en el corazón de la planta. Las hojas se quiebran cerca de la base y se hacen cada vez más cortas, la fructificación se hace impredecible y los frutos son deformes. La manera más eficaz de aumentar el nivel de calcio en la fruta, sobre todo a corto plazo, es realizando aspersiones de calcio aplicado directamente a la fruta en vías de desarrollo.
Debido a la baja movilidad del Ca dentro de la planta y al intenso crecimiento del fruto, la cantidad que llega al fruto no es suficiente para cubrir la alta demanda del calcio. Un déficit de calcio en las plantas origina retardos en los procesos de crecimiento y desarrollo de las plantas, acentuándose los síntomas de clorosis por inhibición y bloqueo de la síntesis de la clorofila. El calcio soluble al tejido vegetal, es un elemento esencial en el fortalecimiento de paredes y membranas celulares, además, es importante en el proceso de división celular.
El agua es la matriz que generalmente se usa en las pulverizaciones foliares de nutrientes. Las superficies de las plantas son hidrofóbicas en mayor o menor grado, y el área de contacto de las gotas de agua pura puede ser pequeña, dependiendo de las características de la superficie (rugosidad y composición química). El ambiente prevaleciente afectará las propiedades fisicoquímicas y el desempeño de las formulaciones en la superficie de las hojas.
La respuesta de las plantas a los fertilizantes foliares puede verse afectada por las propiedades de la solución de pulverización, determinando el éxito para alcanzar la absorción y translocación de los nutrientes aplicados en los órganos de la planta. Las propiedades de las formulaciones están asociadas a estrictos principios físico-químicos (concentración, solubilidad, peso molecular, carga eléctrica, pH de la solución y punto de delicuescencia), así como a las condiciones ambientales prevalentes (Por ejemplo, humedad relativa o temperatura ambiente) al momento de la aplicación.
Fuente:
Ing. Carlos Luis Flores Sibaja
Coordinador Agronómico Grupo Fertica
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