Las estimaciones de exportación de 20 millones de cajas menos de piña fresca en el 2019 por un valor de $100 millones, se verán afectadas aún más por los bloqueos de vías realizados a inicios del mes de julio por transportistas y estudiantes.
Ya con las huelgas de setiembre de 2018, más la caída de los precios internacionales por la sobreoferta mundial de este producto, el fenómeno del Niño y la floración natural de la fruta, se proyectaba un 2019 con resultados a la baja.
Estas estimaciones podrían quedarse cortas con el impacto que estos bloqueos podrían tener sobre el empleo en las zonas rurales, donde ya se contabilizan 2 500 trabajos menos, principalmente en la Zona Norte, como consecuencia del cierre de operaciones de varias fincas piñeras ante las variaciones de precios en los mercados internacionales.
Es necesario recordar que la tasa de desempleo en las zonas rurales ronda el 25%, por lo que la incidencia de este tipo de acciones tiende a afectar a una mayor cantidad de personas debido a las pocas oportunidades laborales que existen en estos lugares.
Como resultado de los bloqueos realizados se experimentó una pérdida de 300 contenedores diarios de la fruta y hubo fincas que se vieron obligadas a devolver a las cuadrillas de trabajadores a sus casas, pues no era posible trabajar sin el suministro adecuado de materiales de empaque como el cartón y otros insumos o porque no era posible trasladar la fruta a las plantas de empaque.
Con esta situación, es muy probable que gran parte de la cosecha se tenga que quedar en los campos, al haber sobrepasado el tiempo de maduración, con consecuencias negativas para el ingreso de los trabajadores que se dedican a estas labores.
Lo anterior representa además una afectación a la imagen internacional de Bloqueos recrudecerán situación crítica del mercado de la piña Costa Rica como proveedor de la fruta y sobre la seguridad jurídica de las empresas que operan en el país.
Por más de dos décadas Costa Rica ha sido el principal productor y exportador de piña fresca en el mundo, lo cual a su vez ha generado un efecto multiplicador que ha favorecido a otras actividades como la fabricación de productos de papel, elaboración de productos de madera, servicios de refrigeración, aire acondicionado, transporte, mantenimiento de maquinaria, infraestructura y equipos, entre otros, y que ahora también se verán afectados por las consecuencias de estas acciones.
Otro factor que afecta la competitividad del sector es el incremento en las tarifas portuarias ante la entrada en operaciones de la empresa APM Terminals y el impacto que esto tiene sobre los costos de las empresas, lo cual amenaza la continuidad de la operación de muchas de ellas.
Lic. Abel Cháves Trigueros
Presidente CANAPEP